kim¿Alguna vez os habéis preguntado por el origen de los Juegos de Kim?

Su origen proviene de una serie de historia de Rudyard Kipling titulada Kim, donde se puede ver mucho de lo que es un Scout y el origen y sentido de los juegos de Kim.

Kim, cuyo verdadero nombre era Kimball O’Hara, era hijo de un sargento de un regimiento irlandés en la India. Quedó huérfano siendo aun niño y bajo el cuidado de una supuesta tía.

Sus compañeros de juego eran todos indígenas; sabía la lengua del país mejor que ningún europeo. Hizo una gran amistad con un viejo Lama budista tibetano con quien emprende un recorrido místico por el país y viajó con él por todo el norte de la India a la búsqueda de un río sagrado que lo ha de liberar de la Rueda de la Vida. Cierto día encontró el viejo regimiento de su padre y cuando entró a ver el campamento inspiró sospechas de que pudiera ser un ratero y fue detenido. Al ser registrado le encontraron su acta de nacimiento y al saber quien era lo adoptó el regimiento, encargándose de su educación; pero a cada permiso Kim se vestía de indio y se iba con los indígenas.

Más tarde hizo contacto con un tal Mr. Lurgan, comerciante de joyas y de antigüedades que, por su conocimiento de las gentes del país estaba afiliado al servicio de informaciones, viendo a Kim tan bien informado de las cosas y las costumbres indias pensaron que haría un buen agente de informaciones, como si dijéramos un detective para indígenas. Por lo tanto, dio a Kim clases de observaciones y le hizo ejercitar su memoria para recordar pequeños detalles, cosas importantes en la educación de un Scout.

Adiestramiento de Kim

Lurgan empezó por enseñar a Kim una bandeja llena de joyas, se las hizo ver durante un minuto, después las cubrió con un pañuelo y le pregunto cuantas y que clase de piedra había visto, haciéndolo competir con un niño del lugar que tenía mucha experiencia. Al principio solo se acordaba de algunas y su descripción era muy imperfecta; pero después de algunos ejercicios consiguió acordarse muy bien de todas, así como de cualquier otra clase de objetos que se le mostraba. Rápidamente, Kim adquiere el don de poder aparentar lo que le conviene, y se las ingenia así para poder sobrevivir libremente. Pronto es conocido en Lahore (la ciudad en la que vivía) como “Amigo de todo el Mundo”.

Al fin fue nombrado miembro del servicio secreto, se le dio un signo de reconocimiento: un relicario o insignia que debía llevar colgado del cuello y una frase que dicha de cierta manera, revelaba su condición de agente del servicio.

Kim en servicio secreto

Dividido entre el sentimiento de afecto y fidelidad que le une al lama y la necesidad de acción, el viaje junto al lama se convertirá para Kim en una misión secreta que le llevará a trabajar como espía al servicio del espionaje británico.

Un día encontró Kim un compañero desconocido, en el vagón de un tren. Era un indígena que estaba bastante herido en la cabeza y en los brazos. Este explicó a los demás viajeros que había sufrido un accidente en el coche al dirigirse a la estación; pero Kim, como buen Scout, noto que las heridas no eran moratones, como debía suponerse en una caída, sino cortes limpios. Mientras el otro se vendaba la cabeza, Kim descubrió que llevaba una insignia semejante a la suya; y se las arreglo de modo que el hombre pudiera ver la que él llevaba.

En seguida el otro deslizó en su conversación unas palabras secretas a Kim aparte y que había sido descubierto por ciertos enemigos del gobierno, que habían intentado matarlo; probablemente tendrían conocimiento de su presencia en el tren, y podrían telegrafiar a sus cómplices de todas las estaciones del trayecto. Se trataba de entregar el despacho a un oficial de policía y evitar caer preso por sus enemigos. Kim tuvo la idea de proponerle un buen disfraz.

Hay en la india multitud de santos que mendigan y que recorren el país. Van casi desnudos, cubiertos de cenizas, con marcas pintadas en la cara. El pueblo, que admira su santidad, les socorre con muchas limosnas en dinero o en bienes. Kim mezcló harina y cenizas tomadas de la pipa de un indígena, desnudó a su amigo se la embadurnó; después con una cajita de pinturas que llevaba consigo le pinto en la frente con las marcas apropiadas; le cubrió las heridas con harina y ceniza para que fueran menos visibles. Le despeino el cabello para darle el aspecto de un mendigo y lo cubrió de polvo. Su propia madre no lo hubiera reconocido.

La utilidad de Kim

Poco después llegaron a una gran estación y vieron en el andén al oficial de policía a quien debían entregarle el pliego. El falso mendigo lo atropello y el oficial le reprendió en ingles; aquel le replicó con un montón de injurias en su lengua, pero introduciendo entre ellas las palabras secretas. El oficial, aunque aparentaba no comprender la lengua indígena le entendió perfectamente, viendo por las palabras secretas, que se trataba de un agente. Fingió, pues, detenerlo y lo condujo al puesto, donde pudo recibir el informe.

Por último, Kim hizo amistad con otro miembro del servicio, un indígena de bastante cultura, un badú, como se le llama en la india, y le fue de gran utilidad, pues le ayudo a detener a dos oficiales que hacían espionaje.

Fuente: Escultismo para muchachos