El pasado fin de semana, algunos rovers del Clan Azahar descansaron de sus labores de servicio en la Manada y disfrutaron de su primera actividad federativa de esta rama del escultismo.

dani y adri rutaEsta actividad fue la acampada metodológica, por tanto, como la metodología rover es la vida en ruta; como el camino que todos debemos recorrer, la elección y la superación de dificultades, y como no… remar tu propia canoa. La actividad consistió en realizar una ruta de 12 kilómetros, con todo lo que necesitábamos para pasar el fin de semana a la espalda, por la zona del pantano de Benageber. Esta ruta nos llevó toda la mañana, después de terminarla y comer, continuamos andando hasta la zona de acampada, 6 kilómetros más, donde montamos el vivac donde dormiríamos y merendamos.

Tras la merienda los rovers trabajaron el PAI (Programa de Adelanto Individualizado), este es un documento que ayuda a los rovers a hacerse una evaluación de ellos mismos, plantearse objetivos,  preguntándose quiénes son y quién quieren ser, cosas que quieren cambiar y hacia dónde quieren llegar. La realización de este programa es muy complejo y requiere tiempo y maduración personal, por ello en la acampada, tras dejar un tiempo para empezar a reflexionar sobre estas preguntas, la idea es que este proceso lo lleven a cabo en casa y durante su vida Rover y adulta, compartimos las experiencias que habían sentido al enfrentarse a ellos mismos, y las opiniones de rovers que ya habían llevado otros PAI’s anteriormente.canoas

Después de la cena realizamos una vela en pequeños grupos, reflexionando sobre un texto de Richars Wagner que trataba sobre la felicidad y al mor, que luego pusimos en común con el resto de rovers.

Al día siguiente, después de desayunar y recoger, los rovers realizaron un rali de orientación antes de poder por fin remar su propia canoa en el embalse de Benageber. Pasamos una mañana estupenda al sol, con más de uno, de dos y de tres chapuzones en el pantano, y tras abandonar nuestras piraguas en el embarcadero y con los brazos que se nos caían a trocitos, comimos y emprendimos rumbo hacía Paterna, pero esta vez sí… en autobús.

 

Att: Adrián García